Si necesitas algo para cumplir tu sueño, además de suerte es valor. Cuando tienes una vida tranquila, un trabajo y una estabilidad es difícil plantearse el cambio. "Hasta aquí hemos llegado, ahora haré lo que siempre he querido". ¿Verdad que parece fácil decirlo? Pero la práctica no es nada sencilla, porque muchas veces tienes que lanzarte por el precipicio sin ver el final ni aventurar la caída. Tienes que superar grandes obstáculos, que muchas veces son tu propio miedo, y creer en ti cuando piensas que todo está perdido. ¿Y el resultado? Es parte del riesgo: puedes triunfar o fracasar, como en la vida misma.
Os quiero presentar a una persona de la que habréis oído hablar, o habréis encontrado en la televisión mientras hacíais zapping. Un hombre que se ha atrevido a darle el "sí quiero" a los viajes: Jesús Calleja.
Sus primeras expediciones las realizó con cinco años, imaginando las de Edmund Hillary, Ernest Shacleton, Roald Amundsen, Robert Peary y Robert Falcom Scott gracias a las historias que le leía su padre. De este modo, la inquietud del mundo enamoró su corazón. La montaña creció en él y empezó a llamarle desde joven. A los quince años comenzó a coronar las montañas de León, su tierra natal, y más adelante escaló el Naranjo de Bulnes, los Pirineos, el Himalaya... Empezó a trabajar como peluquero y más tarde fue copropietario de la tienda de coches que regentaba su hermano Enrique. Pero él tenía una pasión que le gritaba y empezó a combinar su empleo en León con otro para una agencia de trekking y escalada de España, que le mantuvo como guía en expediciones por el Himalaya y los Alpes.
"Con la familia, en vacaciones poníamos la baca en el Simca 1000 y nos íbamos a recorrer Europa, de camping, con muy poco dinero. Mis padres han sido peluqueros y durante el año trabajaban a destajo para luego poder viajar en verano. Una vez les dije: «Yo algún día escalaré el Everest». Y ya ve. Normalmente, cumplo lo que prometo", aseguró a El Diario Montañés.
En 2003 reorganizó su vida y escogió, como no podía ser de otro modo, sus montañas y sus viajes. ¿Acaso algo te puede hacer más feliz que lo que amas? Él necesitaba vivir, y sólo lo podía hacer si se entregaba a la pasión que le perseguía desde niño. Así fue como el 2005 cumplió su sueño de infancia, adolescencia y juventud: escaló el monte Everest.
Sus expediciones se multiplicaron al conseguir patrocinadores y comenzó la serie "Desafío extremo", donde comparte sus experiencias de alpinismo y deporte extremo con humor y realismo.
Nada es perfecto: ni una escalada por una pendiente escarpada, ni un vuelo en globo, ni el buceo con tiburones. Las cosas no siempre salen como nos gustaría y en muchos casos son arriesgadas, por eso él lo dice todo. Está haciendo lo que siempre quiso, pero su felicidad también tiene sus horrores. Se ha enfrentado a situaciones difíciles y la rendición lo ha tentado en varias ocasiones. No es fácil lanzarte a cumplir tu sueño, pero tampoco lo es vivirlo. Bien lo sabe él que se cruzó con la muerte en el Amazonas, aunque logró esquivarla, cuando sobrevolaban la selva en globo.
Noticia (16/02/2011): "Jesús Calleja casi muere ahogado en el Amazonas durante el último desafío".
Jesús Calleja ha marcado el mundo de los viajes por su coraje y sus expediciones. Decidió ser aventurero, y ahora es aventurero. Ha contado las cosas como son, sin ficción ni guión, y siempre ha dejado claro que tiene limitaciones, que no es el mejor ni el más preparado, pero que lo hace con ganas, ilusión y esfuerzo. "No soy un máquina, soy un tío normal y corriente", declaró en una entrevista concedida a Desnivel. Ha demostrado que la montaña es para todos, porque si nos lo proponemos, somos capaces.
Sus expediciones se multiplicaron al conseguir patrocinadores y comenzó la serie "Desafío extremo", donde comparte sus experiencias de alpinismo y deporte extremo con humor y realismo.
Nada es perfecto: ni una escalada por una pendiente escarpada, ni un vuelo en globo, ni el buceo con tiburones. Las cosas no siempre salen como nos gustaría y en muchos casos son arriesgadas, por eso él lo dice todo. Está haciendo lo que siempre quiso, pero su felicidad también tiene sus horrores. Se ha enfrentado a situaciones difíciles y la rendición lo ha tentado en varias ocasiones. No es fácil lanzarte a cumplir tu sueño, pero tampoco lo es vivirlo. Bien lo sabe él que se cruzó con la muerte en el Amazonas, aunque logró esquivarla, cuando sobrevolaban la selva en globo.
Noticia (16/02/2011): "Jesús Calleja casi muere ahogado en el Amazonas durante el último desafío".
Jesús Calleja ha marcado el mundo de los viajes por su coraje y sus expediciones. Decidió ser aventurero, y ahora es aventurero. Ha contado las cosas como son, sin ficción ni guión, y siempre ha dejado claro que tiene limitaciones, que no es el mejor ni el más preparado, pero que lo hace con ganas, ilusión y esfuerzo. "No soy un máquina, soy un tío normal y corriente", declaró en una entrevista concedida a Desnivel. Ha demostrado que la montaña es para todos, porque si nos lo proponemos, somos capaces.
Blanca Rodríguez G-Guillamón
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